lunes, 9 de marzo de 2015

9 de marzo 2015

Tardar un año. Tardar un año en darte cuenta de que estas cosas no salen a la luz con facilidad. Tardar un año en darte cuenta que el tipo que te hacía sentir especial, lo que te hacia era de todo, menos falta. Tardar un año en espabilar y ver que aquel otro tipo que te hizo sonreír una vez, lo haría una y mil veces más con tal de verte feliz. Tardar un año en echar de menos a alguien. Tardar un puto año en querer volver atrás y tenerlo. Y tardar también, un año, en volver a verlo.