Estas cosas llegan, pasan sin motivo, sin previo aviso… Pero
tú, tú has llegado para quedarte. Lo hiciste a lo grande, tal y como eres, como
una apisonadora que destroza todo a su paso, pero en este caso no destruiste…
sino construiste cada pedazo de mí, todos y cada uno de los trozos que el
tiempo había desquebrajado, agrietado, despegado de mí…
Llegas fuerte, con ganas de hacerme reír, con ganas de
comerte al mundo y de comerme a mí, y no sabes lo que me encanta. Ni siquiera
te vi llegar, y eso que destacas entre todos los demás, pero no, no fue en mi
caso. Apareciste de la nada para convertirte en mi todo, en mi fundamental.
Los estereotipos están sobrevalorados, las medias naranjas,
las personas que se supone que deben estar juntas por su semejanza física o
intelectual… Pamplinas. Las mentes, tu mente… Eso es lo que importa, eso es lo
que me enamora. Que cuanto más grande seas mejor, pues más grande es tu
corazón, mejores tus abrazos.
Todo ha llegado poco a poco, a su debido tiempo, nuestro río
ha ido fluyendo por los canales de la vida, sin pausa pero sin prisa. Y es así
como queremos que siga, y es así como seguirá.
Y que lo único de lo que me contagie en este mundo, sea de tu
risa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario